J.M Y M.C se pusieron en contacto a través de internet buscando una inmobiliaria que les ayudara a vender su ático de Churra, le hice una serie de preguntas por teléfono y me comentaron que querían vender para quitarse la hipoteca y poder ir a vivir al centro donde sus hijas tenían su círculo de amistades e instituto y concertamos una entrevista a los días. Concertamos una entrevista a los días. Les comente como trabajábamos que intentábamos vender al precio más alto posible en un tiempo razonable y con el mínimo de inconvenientes para ellos y su vivienda, con un estudio de mercado para colocar la vivienda a su precio de venta, como presentar la vivienda para las visitas, un plan de venta que hacer cuando hayan visitas, informarle de lo que está pasando con las visitas que opina la gente y gestionar las ofertas por la compra , cerrar esas ofertas y que contrato de arras es el más idóneo ademas de preparar toda la documentación para la firma en notaria . La idea que llevaban era de dejar la propiedad a varias agencias. Yo les comente que le echaría unas fotos y tomaría las características de la propiedad y si tuviese algún interesado les llamaría para visitar pero que mi trabajo con ellos acabaría hay hasta encontrar un comprador que quisiese su casa, no obstante me hicieron una serie de preguntas para dejarme la casa a la venta como “agente único”. Los meses pasaron y viendo no obtenían resultado, decidieron llamarme y confiarme la venta de su casa en exclusiva por qué les transmití el conocimiento y herramientas para poder vender (Según ellos). Nos pusimos mano a la obra haciendo unas buenas fotos profesionales, reordenando las estancias y explicándoles cómo actuar en las visitas. Empezamos con un precio un poco elevado y al cabo del tiempo al no haber visitas hicimos un ajuste de precio entrando a posteriori alguna visita pero no entrado ninguna oferta por lo que volvimos a reajustar el precio y ese fue el punto de inflexión en el que nos entro una visita de C.G profesora de vuelta a Murcia tras unos años en las islas Canarias y tras visitar ella con su pareja y a posteriori con sus padres decidieron pasa una oferta de compra que tras unos tira y afloja típico en las negociaciones se cerró la venta.
En este caso J.M Y M.C pudieron cambiar de zona para que sus niñas estuvieran más cerca del centro donde viven sus amigas y C.G la vivienda amplia y luminosa que a ella le gustaba con una buena terraza con vistas a Murcia muy parecida a la que ella tenía en Las Canarias antes de trasladarse a Murcia.
Escrito por Juan Francisco Valera
